sábado, 28 de febrero de 2009

DEL HUEVO AL ADULTO

La reina pone una gran cantidad de huevos, que pueden ser de dos clases: huevos fecundados, de los que nacerán hembras (obreras o reinas), y huevos no fecundados, de los que saldrán machos.
Las obreras trasladan los diminuios huevos a unas cámaras especiales y los limpian y humedecen constantemente con su saliva. Poco después nacen las larvas, que no tienen palas y necesitan comer mucho para desarrollarse; su aspecto es muy diferente al de los adultos.

A medida que las larvas crecen cambian varias veces de piel hasta completar su crecimiento: después de realizar la última muda se transforman en ninfas.
En esta etapa del ciclo, la mayoría teje un capullo de seda que las protege; son los llamados huevos de hormiga.

Durante este periodo, no se alimentan y las obreras las llevan a otras cámaras. más secas y cálidas, que Favorecen su desarrollo.
Poco a poco, su cuerpo va cambiando y una vez finalizada la metamorfosis. es decir, las sucesivas lases de su transformación, se convertirán en adultos.

Algunas larvas no fabrican estos capullos y permanecen desprotegidas en la fase de ninfa; entonces se puede ver cómo van adquiriendo el aspecto definitivo.

lunes, 23 de febrero de 2009

LAS LABORIOSAS OBRERAS

Las obreras están siempre muy ocupadas, ya sea dentro o fuera del nido. Unas recogen alimento para toda la colonia. Otras limpian, reparan y defienden el hormiguero. Las más jóvenes normalmente cuidan de la reina y de sus crías.

A veces, las obreras de un mismo nido no son todas iguales y su tamaño también varía mucho: desde las pequeñas obreras hasta los grandes soldados.
Estas diferencias dentro de una misma casta no se dan en todas las especies. En algunas especies sólo existe un tipo de obreras, todas iguales.

Los soldados son obreras de gran tamaño, con una enorme cabeza y mandíbulas muy desarrolladas. Suelen ocuparse de la defensa del hormiguero, aunque también realizan oirás tareas en la colonia.
Existe una especie cuyos soldados cierran la entrada del nido con su gran cabeza para que no se cuele ningún intruso.
Cuando una hormiga de la colonia quiere entrar, toca la cabeza del soldado con sus antenas. Estos curiosos guardianes reconocen por el olor a sus compañeras, dejándolas pasar.

jueves, 19 de febrero de 2009

LOS HABITANTES DEL HORMIGUERO

En un hormiguero viven tres tipos diferentes de hormigas: una o varias reinas, los machos y un gran número de obreras.

La reina es la más grande de la colonia y sólo se dedica a poner huevos. Nace con cuatro alas, pero las pierde después del vuelo nupcial. Su vida es bástanle larga, pues puede vivir diez, quince e incluso, según las especies, más de veinte años.

Las obreras, muy numerosas, nunca tienen alas. Se encargan de todas las lareas del nido. Son todas hembras pero incapaces de poner huevos. En sus expediciones en busca de alimento a veces se alejan del nido. Muchas especies dejan entonces pistas olorosas que les permiten encontrar el camino de vuelta. La posición del sol también las ayuda a orientarse.

En determinadas épocas del año, aparecen en el nido los machos, que siempre tienen alas. Su única misión es la de fecundar a las futuras reinas; después mueren.

En algunas especies, reina, machos y obreras se parecen bastante, pero la mayoría de las veces su aspecto es muy diferente.

domingo, 15 de febrero de 2009

Las Hormigas

Existe una gran variedad de hormigas, más de 12.000 especies, muy diferentes entre sí, tanto por su aspecto como por sus costumbres.

Estos pequeños insectos, que pueden medir desde unos pocos milímetros hasta varios centímetros, se encuentran en casi todas las regiones del mundo. desde la alta montaña hasta el desierto.

Son insectos sociales y, como las abejas, pertenecen al orden de los himenópteros. Viven en colonias formadas por miles de miembros que trabajan en equipo para asegurar la supervivencia de la comunidad. Es imprescindible, por lanío, que puedan comunicarse entre sí: mediante sustancias químicas se transmiten mensajes y también juegan un papel muy importante las señales táctiles y olfativas.
Su cuerpo, como el de todos los insectos, está dividido en tres regiones:
  • En la cabeza, normalmente grande, se encuentran los órganos de los sentidos (vista, olfato y tacto), muy importantes en la vida de las hormigas.
  • En el tórax tienen seis patas y algunas poseen además dos pares de alas, pero la mayoría carecen de ellas.
  • El abdomen está unido al tórax por una estrecha cintura.