jueves, 2 de abril de 2009

LAS HORMIGAS Y EL HOMBRE

Las hormigas pueden llegar a ser dañinas y el hombre tiene que combatirlas. Algunas, como la hormiga carpintera, destruyen la madera sana al excavar sus galerías en los árboles; otras entran en las casas y estropean los alimentos. En los países tropicales, los agricultores combaten a la hormiga cortahojas, porque deshoja las plantas para instalar sus cultivos de hongos y ocasiona daños en las plantaciones. Pero el hombre también saca provecho de las hormigas: algunos pueblos comen hormigas asadas y en muchos países se comercializan los huevos de hormiga como alimento para peces y aves.

La hormiga roja, abundante en los bosques de Europa, es muy úiil para el hombre en su lucha contra ciertas plagas de insectos. Estas activas hormigas capturan cada día miles de insectos (orugas, escarabajos, etc.). muchos de ellos considerados dañinos.

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